"La sinodalidad, rasgo de una Iglesia misionera, requiere una comunicación auténtica que fomente la credibilidad y la participación. Frente al individualismo y la cultura de la sospecha contemporáneos, se destaca la importancia de los bienes relacionales, en particular de la confianza. En una Iglesia donde todos participan de la misión, la confianza surge como un valor fundamental. En el mundo digital, esta se distribuye horizontalmente, aportando empatía y autenticidad a los mensajes." (Resumen)