"Los números, videos, historias y relatos no engañan. Los equipos de prensa que trabajaron durante los 18 días del paro nacional, convocado por el movimiento indígena, fueron agredidos desde todos los frentes. Pero, en especial, las agresiones provinieron de los manifestantes, los ciudadanos que son, precisamente, para quienes se trabaja la información. Esta realidad puso a los periodistas ante un escenario complejo: arriesgar su integridad o camuflarse para seguir reportando. Esta disyuntiva constituyó en sí una de las peores agresiones contra la prensa: la autocensura." (Página 2)