"En este trabajo han sido señalados aspectos puntuales que muestran el deterioro de la posición de los medios de comunicación frente a las esferas de decisión política ligadas al oficialismo [gubernamental]. La posibilidad de informar pluralmente es viable cuando las condiciones económicas, jurídicas, políticas y hasta de seguridad personal, no constriñen ni presionan a los profesionales y empresarios de la comunicación. Pese al reconocimiento de tales condiciones en el Perú, quizá será necesario no solo un orden institucional que permita otros márgenes de acción a los periodistas y empresarios de la comunicación. Dado el desempeño de los medios de comunicación en la campaña [electoral] del 2000, deberán invertir tiempo, recursos y esfuerzo en ganar o recuperar la credibilidad o el prestigio que tuvieron antes de abril del 2000. La inexistencia de tarifas y criterios claros de colocación de publicidad y la postura excluyente de tres canales de televisión de señal abierta favorecieron la candidatura oficialista. Debido a la recesión económica y la estructura de costos de producción los canales de televisión han entrado en una situación financiera muy crítica, y la suma de sus deudas es similar a los ingresos totales que han percibido en 1999. Quienes cobran son principalmente la SUNAT [= autoridad tibutaria peruana] y el Seguro Social y esos pendientes han debilitado la posibilidad de un mínimo equilibrio político en los medios de comunicación." (Conclusiones, página 187-188)