"Podemos concluir que en nuestra área de estudio, diversos factores dificultan el uso intensivo del teléfono móvil. Entre ellos se encuentran la poca asequibilidad del servicio, las escasas habilidades para manejar el aparato, y la poca confianza que se tiene en los proveedores o compradores. Además, la nula disponibilidad de servicios de valor agregado brindados a través del móvil, ya sea por el Estado o por instituciones, limita la información relevante a la que se puede tener acceso. Más allá de lo económico, destacamos el uso del celular en su aspecto simbólico y de entretenimiento. En el ámbito simbólico, usar uno con más funciones otorga un estatus y una imagen de modernidad. Contar con crédito también otorga prestigio. Es notable el uso lúdico y de entretenimiento que le dan los niños y los jóvenes al celular y el hecho de que no lo usen tanto para comunicarse. Los niños juegan con el dispositivo familiar, mientras que los jóvenes lo usan mayormente para escuchar música y almacenar información. Para los jóvenes, la función comunicativa es restringida debido a la carencia de ingresos económicos propios. Finalmente, las estrategias alternativas de acceso a la telefonía móvil muestran cuán importante es acceder a este medio de comunicación en un contexto en el que los teléfonos fijos y públicos son escasos o inexistentes, y donde la señal celular no está del todo disponible." (Reflexiones finales, página 81-82)