"El libro busca visibilizar la preocupante situación que atraviesan las y los comunicadores indígenas y afrodescendientes particularmente en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela. En el marco de la defensa por sus derechos, tierras, territorios y cultura, los trabajadores se encuentran expuestos a múltiples situaciones de violencia cotidiana [...] En un primer momento, el libro analiza la forma en que los pueblos comprenden la comunicación y en especial la comunicación ancestral indígena frente a las concepciones modernas de comunicación y un sistema de medios latinoamericano cada vez más concentrado. A su vez, plantea que la comunicación todavía es un derecho emergente, en disputa y en construcción. Si bien en muchos de los países analizados el derecho a la comunicación está reconocido explícitamente en sus constituciones, todavía falta para un pleno respeto de su ejercicio. En este marco, releva y sistematiza los instrumentos legales tanto nacionales como internacionales disponibles. Por otra parte, el trabajo demuestra la falta de información sistematizada en relación al tema y plantea que la carencia de reportes panorámicos claros es parte de la discriminación y marginación de los y las comunicadores y sus pueblos. Finalmente, proporciona una serie de recomendaciones para el fortalecimiento de una comunicación democrática y plural." (Editorial)